#8deMarzo

8 Mar

08/03/09

Con paso lento y cansado,

cuatro hijos y ya casado,

por cuarta vez mudado

en pensión de cuarto apartado

escupió en la calle que había cruzado.

Y estira su largo brazo,

se detiene el autobús viejo

el pasado ocho de marzo

que bebió ron añejo.

Sube por la parte trasera

con paso lento y cansado,

el conductor observa por la visera

a un hombre viejo y dañado.

“buenas tardes señoras y señores,

Más buenas para las señoras, que les traigo flores.

En este día de llovizna , mitigaron los colores.

Les ofreceré un tema de mi repertorio,

tenderme una o dos monedas no es obligatorio.”

Tocó  la narrativa de su historia,

la frente en alto mientras la gente hablaba

Tocaba un himno, cantaba su nefaria

en el último acorde resonó la serenata.

“Esta canción se la dedico a las mujeres

en este día recordamos que ustedes son mejores,

inteligentes y aplicadas en sus deberes

les dedico esta canción por aprecio a sus labores

expresando diferencia de nuestros pareceres

recordando el movimiento obrero

por la igualdad de derecho

y la tragedia que tuvo lugar…

¡carbonizadas nuestras hermanas!

trabajadoras, madres, alegres mujeres.”

Los pasajeros callan y escuchan

sentados y de pie en el bus abundan,

fascinados de la música y letras

Yo observaba su guitarra mientras…

¡Y el panorama de la calle, delincuentes repugnan

y de pié en el autobús, al asecho, carteras abultan!

Sus cálidas melodías en el corazón entuman,

olvidando la coacción que nos entorna,

sintiendo el calor piadoso de la humildad,

nuestros mecanismos de defensa, acorta.

Muestra un gesto de amabilidad

cantándole a una señora vieja y gorda.

Y estira su largo brazo,

pasajeros dan a cambio monedas.

El conductor le abuchea “¡abajo!”

el viejo baja de todas maneras.

Con paso lento y cansado,

cuatro hijos y ya casado,

por cuarta vez mudado

En pensión de cuarto apartado.

Escupió en la calle que había cruzado.

©08/03/09, PAAB.

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