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#27M dos perroflautas en BCN

21 Dic

Erase una noche de de primavera en donde nuestros dos personajes eran de esos viejos amigos que un día se ríen, un día se pelean. De esos amigos que se ríen por ver a un perro perseguirse la cola, principalmente porque probaron el cigarrillo que dispara el arcoíris en la época del instituto. De esos que le aguanta el cabello al otro cuando procede éste a vomitar, perdón, a trasbocar una mezcla etílica de Rioja gran reserva y substancia burbujeante.
-¡Charlie, vamos! ¡Esta noche si será la noche, mañana no tengo que madrugar! –convencí a mi viejo amigo.
-Está bien, supongo que por una noche… el fin somos jóvenes. Así empezó uno de los días más memorables de mi vida e históricos a nivel nacional –¡jaja! ¡Mira a ese perro –jajaja.

Como compromiso moral y cívico me sentí obligado a participar en todos los grandes acontecimientos del movimiento blabla en la cual tengo mi particular actitud política , blabla, más que justificar mis actos con un motón de blablablabla. Cuando vi los reportajes, las imágenes, los relatos, testimonios al día siguiente… Aun no concebía la idea de lo ocurrido, no podía captar ¡no! no pude procesar tanta información en tan poco tiempo. Aterrado por muchas injusticias e historias amarillistas que surgieron de esa plaza en aquel día, tomé la decidí de redactar esta anécdota narrada por mi persona, describiendo los hechos que vi personalmente muy independientemente de lo que se supo a través de la tele, internet o el cotilla de su vecino.


-¿Puedes tocar algo más light? No sé…
-¿Qué te parece un Reggae? -le pregunté a un beautiful-stranger que tocaba los bongós.
-¡Perfecto!, si así, con ese ritmo…
En realidad, todo empezó con los rumores de una posible carga policial entre los músicos que tocábamos sobre el perímetro de la plaza Catalunya (a altas horas de la madrugada del 27M) si no suspendíamos la música, así que nos refugiamos de nuevo dentro de la acampada. La mayoría no dormimos, los que durmieron consiguieron hacerlo como máximo tres horas. Había mucha gente que llevaba días, y los coordinadores prácticamente estuvieron ahí desde el primer día que se levantó la acampada. Todos tenían una expresión muy exhausta.

Es irónica la casualidad que llegase elaguafiestas y sucediera todo aquello.

-Tio ¿vamos a dormir?
-Seee, estoy cansado –contesté a mi amigo -¿qué hora es?
-Faltan 20 para las 06:00
-Ostia, mira. Vaya nalgas de esa.
Extendimos la única esterilla que contábamos para dormir y nos acomodamos cual pareja tierna. Intentamos dormir pero entre aquel tumulto era imposible pegar ojo. Éramos aproximadamente 100 personas creo (contado a ojo) Los músicos amateurs nos íbamos a dormir cuando algunos empezaban a levantarse, a barrer, a desayunar…

Sobre las 07:00horas se avistó sobrevolar un helicóptero de la policía. Yo, no me había dado por aludido, y cada vez más intensa esa ametrallada melodía acercándose parsimoniosamente hacia la Plaza Catalunya el día 27 de Mayo de 2011. A pesar de de la euforia que se alzaba cada vez más en el tumulto, Charlie y yo aún intentábamos pegar ojo. Ignoraba por qué nos sentíamos paulatinamente más aislados de los indignados acampados, los murmullos y los comentarios se oían en la esquina en lugar de mi vera. Imagine entonces cualquier cosa excepto que mis camaradas, que Charlie, que todas las personas que luchábamos por la causa, la lucha contra la monarquía parlamentaria, por las familias desahuciadas de sus hogares, porque nos oyeran a nosotros el pueblo etc. Corrían un grave peligro inminente con precedentes.
Al grito de: ¡Mossos! ¡Los mossos nos están rodeando! Me levanté y me fijé en las patrullas que se estaban desplegando a mi izquierda, a mis espaldas, los indignados organizándose para la ofensiva y a mi retaguardia allá en lo alto pero muy próximo el helicóptero.
–Charlie, levanta el culo, nos vamos –cogí la esterilla, la guitarra y nos fuimos cagando leches antes de que cerraran el cordón policial, pero ya era demasiado tarde.
–Joder tío, nos van a acribillar a porrazos ¿qué hacemos? –preguntó histéricamente Charlie sollozando.
-Hacernos una foto en recuerdo de nuestro hermoso rostro, porque aquí se va a armar una buena –le respondí con determinación y con los huevos en el cuello.
Todos alarmados, nos dirigimos al epicentro de la acampada, cogimos nuestros objetos personales, nos sentamos y nos agarramos unos a otros mirando cómo se desplegada todo aquel batallón de policías y lo bajo que a veces descendía el helicóptero. Reconozco que algunos se nos habían vetado los esfínteres por el factor además que ESE DÍA éramos más pocos de lo habitual (era más que predecible y nadie lo vio venir teniendo en cuenta que esa era la noche, si no recuerdo mal, era la final del Barça vs. Manchester United, por lo que requerían el espacio para los hinchas y los turistas, y, esa acampada daba muy mala imagen)
Nos pusimos de acuerdo rápidamente, acordamos de protestar muy fuerte y notoriamente sin necesidad de recurir a la violencia y sobre todo que nadie recurriese a la violencia. Minutos más tarde llegó un jefe de policía dirigiéndose solo a uno de los coordinadores de la acampada, éste le prestó un megáfono pero antes nos dijo: Queremos escucharle todos ¿no? respondido por una implacable avalancha de ¡Siiiiii! exclamamos. El trato que nos propusieron fue básicamente que debíamos apartarnos para que ellos pudiesen Limpiar la plaza, el cual no estábamos de acuerdo, más tarde intentó con un: Se van la mitad de las personas, la otra mitad se queda, se limpia ese trozo y luego con los otros lo mismo, y más tarde la misma solución pero en fracciones y no en mitades que obviamente no aceptamos y nos quedamos ahí sentados, muy apretujados en ayunas y cansados. Los antidisturbios viniesen entonces a limpiar en contra de nuestros deseos con cascos, porras y escudos. Tenian prohibido cargar a menos que alguiense monstrara hostil así que, nos intentaron provocar de diversas maneras, por ejemplo:
*Arrancaron todos los carteles, tiendas y carpas.
*Destrozaron los efectos personales que se hallaban en las tiendas en nuestras narices.
* “Reciclando” los libros a un camión de basuras de BCN neta.

Nosotros protestábamos a voces ardientes, estribillos y coros de: ¡Quina vergonya! ¡Quina vergonya! ¡Leed los libros, no los tiréis! ¡Leed los libros, no los tiréis! ¡Somos pacíficos! ¡Sin los cascos, estáis más guapos! y así con otras insistencias. Intentaron ellos intimidarnos con la presencia de más oficiales y exhibiendo al helicóptero como guerra psicológica mientras nosotros tarareábamos mirando al cielo en cántico muy alto La Cabalgata de las Valquirias de Wagner, aquella melodía de los helicópteros en la película Apocalipse Now. Había gente más que indignada y algunos se levantaron para recoger los objetos personales que la policía tiraba a la basura: ordenadores, estufas de cocina, libros, ropa, tiendas… Recibíamos y reportábamos constantemente información mediante twitter, teléfono o SMS la situación al exterior… De repente, empezamos a recibir información acerca de cuatro mil personas (y subiendo) afuera del perímetro, defendiéndonos, así que les animamos a que también se manifestaran alzando los brazos y gritando muy fuerte para invitarles en el ambiente. Más de 4000 personas rodeándonos fuera del perímetro policial, entre ellas ancianos, niños, mujeres que fueron a defender la democracia pacíficamente, a poner la cara para salvaguardas nuestros derechos y libertades… También cortaron la Diagonal y otras principales que conectaban a Plaza Catalunya en una gran desobediencia civil e indignación como respuesta a la actitud intimidatoria de aquellos que no han de proteger, salvaguardar y servir.


No sé cuantas veces chillamos ¡NO A LA VIOLENCIA! cada vez que se oían numerosos tiros y abarrotamientos en las calles. ¡NO A LA VIOLENCIA! lo exclamé tantas veces hasta quedar afónico.
La policía que tenía en su territorio los baños portátiles (fuera de la cadena humana la cual les impedíamos) intentaban negociar con dejar salir diez personas al baño que tranquilamente volverían a sus puestos. Un segundo helicóptero sobrevoló por nuestras cabezas. Nos ingeniamos orinar dentro de las carpas con apenas intimidad, para hacerlo dentro de vasos, ampollas de agua de litro y medio y cinco litros, dejándolo así ,que infestara todo el campamento. Dentro de los que defendíamos la acampada nos repartimos agua, comida, información, apoyo. Una joven se encargó de sacar de aquel infierno a los perros que son ajenos a nuestros absurdos problemas de humanos. Habían voluntarios para barrer, para recargar y ofrecer el agua, incluyo voluntarios que pasaban rociándonos con espráis con agua para refrescarnos en esa bochornosa mañana, sentados incómodamente muy juntos a exposición directa del sol durante horas, alimentándonos de galletas, pan, atún y manzanas que se guardaban en la reserva, lo suficiente para no desmayarse en esa multitud aunque ignoro si lo que había era suficiente para todos. Así que repasemos, sin dormir, con sofocos, con agobio, con presiones y provocaciones de la policía (sea ya para marcharnos o para atacar nosotros primero) y muchos litros de orina calentándose a nuestro lado en ampollas de agua, y, además de la incomodidad de sentarte en una mano de un compañero y en la pierna de otro, exclamando justicia desde las 07:00
Hacia las 12:00, esperando algún mensaje más de la policía, decidieron entrar bruscamente a derribar las carpas que nos cubrían, empujando a aquellos que se resistían apartándoles a empujones y creo que algún «bolillazo» que otro, era difícil de ver ya que la carpa cayó y nos cubrió la vista.
Todo aquello abrió paso a una sensación que muy pocos son afortunados de sentir en la historia de las revoluciones. Pasando por tales penurias de aquellas circunstancias, nos empujó a luchar más, más y más. Gritar tan fuerte todos coordinadamente con las manos en alto, que por fin de conseguir que la policía se cansase de esperar una conducta hostil y las palizas que se llevaban a cabo en toda la periferia y calles que comunica a la plaza, consiguió que la gente sin necesidad de recurrir a la violencia, rompiesen finalmente el cordón policial.
El contemplar a unas cuatro mil personas venir hacia ti corriendo, abalanzándose apresuradamente como si se tratara de un encuentro entre dos ejércitos que se que se enfrentan determinadamente, pero, para abrazarse. Notar el terremoto de las pisadas que corren y las exclamaciones de batalla. Gritamos, celebramos, abrazamos, besamos, lloramos… todos nos acogimos cariñosamente con la gente que nos defendía fuera con una emotividad colectiva que no había visto jamás. En una orgía de afecto y de dicha, yo me levanté sobre la multitud para liberar esa exclamación que la mañana se merecía: ¡LA PLAZA ES NUESTRA! gritamos ¡LA PLAZA ES NUESTRA!
Los mossos d’esquadra metieron el rabo entre las patas y se fueron por donde vinieron y de la misma manera, con pelotas de goma a cualquiera que se cruzase para saludar.
Sé que a mis camaradas les ofrecieron suero para recuperar fuerzas, pero yo no pude esperar para irme a mi casa a dormir. Todos los medios difundieron rápidamente la noticia y el pueblo contestó y actuó enseguida. Lo que no enseñaron los telediarios es que… hubo un final muy feliz para los que defendimos la acampada tras aquellas impactantes imágenes. Y para aquellos que sufrieron ese desmesurado abuso policial… fueron todo un ejemplo de Democracia y Pacifismo.

-Tío, lo hemos conseguido. Esto es para contárselo a los hijos –comentó Charlie gimoteando de emoción.
-¡Ya te digo tronco! Y aquella moza que teníamos al lado, me abrazó llorando y me restregó esas enormes tetas por todo el torso… ¡oh! Vea usted por dónde, coincide ser la hora del té ¿Vamos?
-Por supuesto. Si nos aguardan más aventuras, vámonos a toda prisa.

elguafiestas en la discoteca

12 Dic

 

Según Génesis, Sodoma y Gomorra eran dos ciudades que fueron destruidas por la ira de dios ante el libertinaje, la lascivia y la promiscuidad de sus pecadores habitantes. Bien hasta este punto no tiene gracia pero os ha informado, eso está claro.  http://es.wikipedia.org/wiki/Sodoma

Ahora viene relato de unos hechos que tuvieron lugar hace poco más de una semana. Elaguafiestas salió a la disco con unos amigos y volvió reflexionando sobre el asesinato sin resolver de unos cuantos que tenía en mente.

Empezó como un buen día, los pajaritos cantaron… Bueno, fue una mierda de mañana sin sol y mucho frio pero fue tranquilo el tiempo y apacible el viento arrullador, cálidas las melodías de  mi guitarra en mi acogedor apartamento felizmente foreveralone. Cuando, de repente, alguien llama a la puerta y un ensordecedor escalofrío me ensartó mi espalda y en lo profundo de mi corazón algo sobresaltó de una manera poco habitual, de una manera como si tratase de advertirme de un peligro el cual mi persona estaba a punto de ser asechada. Anduve en puntitas e inseguro por el pasillo, avancé a la puerta y de nuevo ese áspero sonido seco la puerta llama a mi morada. Miré por la mirilla a cual sombra se posaba allí inmóvil y si embargo suena por tercera vez la puerta. Vacilar ante la idea de un posible malhechor me haría una persona valerosa pero debo confesarles y no sé muy bien qué palabras utilizar queridos internautas, no sé cómo decir que había algo que me decía que detrás de esa puerta vendría algo grotesco. Antes de que golpeara por una cuarta vez, abrí lleno de coraje y me sorprendí ante la imagen de mi amigo Poncho.

-¡Poncho, qué sorpresa! ¿Qué haces aquí?

-Hoy es la fiesta tio.

-Mierda es verdad.

Me duché y me vestí lo más rápido que pude mientras él me esperaba. Más tarde llegamos tarde a lo que se supone que era una fiesta universitaria de la UPC aunque yo vi una reunión improvisada en os patios de recreo con música alta y todo el mundo de pié bebiendo sangría (sí, señoras y señores, como en el instituto) y algunos concursos de beber sangría a contrarreloj.

(Me he descuidado contarles que el aguafiestas nunca sale fiesta, es de esos frikis que no suelen salir a tajarla. Si elaguafiestas está en una fiesta es obvio que es para aguar la fiesta.)

Así que me limité a criticar, a intentar entablar conversación y morirme de frio, luego pasé por el puesto de Frankfurt a 1€ con pan baguette rancio y salchichas de oferta del Lidl con tomate frito por encima, una delicatesen (No me quejo, sabe lo que cuesta) Hasta que finalmente me peguntaron si me apetecía ir a la discoteca y mi corazón quiso advertirme nuevamente, pero, estaba ahogado en alcohol (estaba ebrio, insólito) así que no le pude oir y dije con cara de troll, voz bobalicona y sonrisa balbuceante –Siii.

Al llegar allí me gasté 8 de mis preciados últimos 10€ de mi cartera para entrar a un sitio diseñado sistemática y arquitectónicamente para desempeñar el ritual de cortejo y pre-apareamiento, exhibiente como un pavo navideño con toda la confianza y seguridad del mundo de que te comerán sea por acción de gracias o sea por navidad, exacto, sea por pena o sea por tradición el objetivo era llegar, que te mire une fea y pensar: me quiere follar. Seguir avanzando a lo Bitter sweet shymphony con cara de Elvis, sentarse y decir:

-Poh, aquí etamo…¿ Eto ta un poco muerto no? ¿no hay tías, no? Ese Pooonchoo ta ahí tó ciclao.

(Traducción no disponible en Google) Voz bobalicona y sonrisa balbuceante – ¿Pedimos? –así, preguntando. Cara de troll – ¿Tu qué quieres? –preguntándolo sin intención de invitar. Etc.

Dos horas menos de mi vida, pudiendo estar delante de facebook dándole a recargar por si me han comentado como un memo o descargándome ilegalmente series de vampiros, o ver a Charlie Shenn pronunciando una silaba por cada vez que el publico ríe…

Aquello era Sodoma justo antes de su destrucción. Repleto de zombies en busca de cuerpo atlético perfecto y simétrico mientras que a mis amigos y a mí nos rechazaban como a Homer Simpson, todos en grupos impermeables mirando hacia todas partes, perdidos, sumidos en la duda y en la oscuridad, en el desconcierto de ¿me está mirando a mí? Sujetando el vaso de cubata para no sentirse estúpido con las manos y “bailar” al ritmo de chispúm chispúm cual chamán en trance. Y de esa manera, seguir mirando hacia todas partes intentando buscar a Wally, no sabía si aquella chica me miraba (seguro que por pinta de culto-sensible) no me atrevía a acercarme. Pasados 15 minutos, nos acercábamos cada vez más, separados siempre por grupos de amigos que se siguen unos a otros hasta que un tipo (más listo que yo) se puso en medio y le agarro su boca como a un biberón. Más tarde, en otra sala en busca del objetivo colectivo me encontraba con conocidos aterrados ante mi imagen en un lugar tan superficial como ese. Una amiga ( la pareja de Poncho) apareció presentándome a su adorable y simpática amiga…

-Haríais buena pareja, es muy buena chica –dijo.

-¿Tan desesperado me ves? (vamos, tú no eres tan superficial –me dije)

-Está soltera, aprovecha. Está interesada.

-Aprovéchala tú, no te jode –me sonrió en señal de haber entendido quién sabe qué entre aquel bullicio.

La amiga de mi amiga, es un poco difícil de detallar ocularmente pero no descarté para nada hacer una nueva amiga porque a juzgar por su aspecto parecía ser un persona muy interesante.

-Hola soy elaguafiestas ¿cómo vas? –pregunté tímidamente.

-Bien –seguido por un una forzada sonrisa mientras seguía caminando para seguir amiga fea#2. Al cabo de un rato regresó y lo que más me impacto de ella durante toda la noche fue ese gesto desagradable que hacía cuando alguien se le acercaba y mirada repelente mientras ella posaba allí como una diva dentro de una concha gigante.

Ver aquel desmesurado libertinaje, ver a qué extremo se llega en una cultura sin valores (concretamente siempre he visto a la oriental demasiado conservadora y a la occidental demasiado libertina ¿no podría haber un punto medio?) me llegó a repudiar y me acordé por qué nunca suelo salir a la disco. Solo pude bailar con la novia de Poncho porque bailar con otra persona es sinónimo de cortejo… Todo a aquello me hizo acordar de la afro-colombiana que se ofrecía presuntamente a desvirgar a todos los hombres del pueblo según el libro Memorias de mis putas tristes de Gabriel García Márquez. Y los asesinatos, y otras historias que cuentan otros escritores y eso ocupó mi mente de vuelta a casa.

Moraleja: Nunca vayas si no tienes un peinado como el que tenía el barman, a lo videoclip ochentero paranoico que ahora resulta ser atractivo y muy de moda. ¿Qué queréis que os diga queridos internautas? Si se me presenta un metro sexual con la cabeza de Claudie FritschMentrop (Desirless) diciéndome: ¡voyage voyage!